21 de noviembre de 2011

[Capítulo 4] ¡Comienza la primera misión!

Como había pensado, la noche pasó muy lenta para él, pues no consiguió dormir nada más que un par de horas, y ni si quiera fueron seguidas, si no que daba cabezadas de vez en cuando y enseguida volvía a levantarse. Al llegar la hora en la que tenía que prepararse, tenía la cara de zombie, cas no podía con su alma. Lentamente fue a asearse, mojándose varias veces la cara con agua fría para despejarse, aunque no consiguió gran cosa. Seguidamente, se vistió con la ropa de la misión y bajó al piso del comedor para poder comer algo antes de partir. En aquel gran salón, ya se encontraba Tyler, que le esperaba sentado en una de las mesas con la comida de Bryan, cosa que el chico agradeció.
-Donde es exactamente donde vamos a ir Tyler?-. Todos aquellos detalles estaban escritos en el informe de la misión, pero se le fueron olvidando conforme pasaba la noche.
-Bueno, iremos a pasear por el puerto y a buscar indicio de alguna compa-venta de armas o algo parecido, no creo que nos adentremos más en esa ciudad-. Contestó Tyler, el cual sospechaba lo que había sucedido por la noche debido a que a él y a todos le pasaba con la primera misión.
-Entonces por el puerto ¿Eeeh? ¿Podré comprarme algo si me gusta?-. Quiso saber.
-La verdad es que eso sería una tapadera perfecta, hasta yo mismo lo haré. Habrá algún momento en el que debamos separarnos, así que no te pierdas que te conozco.
-Claro claro-. Miró el reloj. –Creo que deberíamos ir partiendo, si no, tendremos que esperar hora y media para el próximo barco.
-Tienes razón-. Tyler se levantó y emprendió el camino hacia los garajes en los pisos intermedios.
Una vez llegaron a la zona de vehículos, Tyler guió a Bryan hacia un Sniiper X-10, un vehículo volante con forma de triángulo, en el que cabían dos personas. Dicho vehículo estaba suspendido en el aire dentro de un campo magnético que no le dejaría avanzar hasta que el motor estuviese en marcha. La aeronave funcionaba con unas placas que absorbían la luz del sol y la transformaban en energía capaz de mantenerla en el aire e impulsarla. Una vez llegaron, Tyler subió por una escalera izquierda, que daba lugar al sitio del piloto mientras que Bryan lo hizo por la derecha para sentarse en el segundo sitio libre.
El panel de control de aquel vehículo era algo raro, todo lleno de botones que Bryan deseaba tocar para ver qué efectos tenían sobre la nave, pero que tuvo que contener para no ser sermoneado. Tyler, una vez que los dos estuvieron sentados, arrancó el motor tirando hacia arriba de una palanca que tenía a su izquierda, la cual hizo también que una cúpula de vidrio les cubriera cerrando el compartimento.
-Recuerda, no toques nada que yo no te diga-. Advirtió el piloto antes de partir. –Ya tendrás tu oportunidad de instruirte dentro de un año, éste no es como los que se manejan en las calles-.
Tras tocar un botón verde, dos joysticks con varios salieron desde un pequeño compartimento al lado de Tyler, uno a cada lado.
-Éste-. Tyler agarró el joistick que daba a la parte de Bryan. -Es para controlar la dirección y del sniiper. Y este-. Agarró el que Bryan no podía ver. -Es el que maneja la velocidad y altura-.
Después de que el motor se hubiese calentado y los impulsores estuviesen listos, Tyler aceleró para salir del hangar y tomar rumbo hacia el puerto de Irium al cual llegaron tras varios minutos de pilotaje. Tras aparcar en uno de los estacionamientos, se dirigieron raudos a las taquillas para sacar dos billetes que le llevasen a la ciudad del destino.

Apenas tuvieron que esperar diez minutos para que se diera el aviso de que se iba a salir, así que avanzaron por una rampa que daba a la cubierta del barco flotante enseñando el billete a un hombre, el cual estaba custodiado por dos grandes guardias con sus respectivas armas.
-Aquí tiene, muchas gracias y buen viaje-. Comentó sonriente el hombre devolviendo los billetes a Tyler. Tras avanzar por la cubierta del barco, pronto  llegaron al camarote en el que se iban a hospedar durante el viaje.
-Te sugiero que duermas-. Comentó Tyler a su compañero. -Debes estar fresco para la misión, y el viaje dura varias horas, así que aprovecha ahora-.
Bryan no puso ninguna pega y se echó en la cama quitándose nada más que los zapatos y pronto se quedó dormido.



Bryan caminaba por una ciudad extraña, en la cual no había estado nunca. Tras recorrer calles y mas calles, vio algo sospechoso al final de un callejón. Dos hombres, hablaban en voz baja, separados por una gran caja que les llegaba hasta la cintura. Las sombras difuminaban su cara, pero no hacía falta reconocerles, pues claramente eso era demasiado sospechoso.
La sospecha se terminó de agravar cuando uno de ellos, pasó una bolsa al otro, de la cual calló un puñado de banquers, la moneda universal.
-¡Eh!¡Vosotros!-. Gritó Bryan empezando a correr hacia ellos. Los dos individuos, le esperaron con un palo y una cadena.
-Vamos, ven niño bonito-. Le gritaba una voz no conocida.
Al llegar a ellos, Bryan dio un salto enorme, dando una patada a  cada uno dejándoles K.O.
De repente una gran luz le iluminó. Estaba en el cuartel general, celebrando la captura del grupo revolucionario al completo gracia a él.




Alguien le sacudió y Bryan abrió los ojos, eta Tyler, que le había despertado de su gran sueño.
-Ya hemos llegado-.

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