17 de noviembre de 2011

[Capítulo 1 Parte 1/2] Presentación, la primera misión de Bryan Miller.

Por los pasillos del cuartel general de Irium, camina un joven despreocupado, y pletórico, parecía ir dando pequeños saltos de emoción. Había aprobado los exámenes de ingreso hacía dos semanas y estaba pletórico por encomendar su primera misión. El chico se había criado toda la vida en Irium, y por fin iba a entrar en su primer trabajo ¡Y qué trabajo! Iba a trabajar como militar en la ciudad que mas amaba, pues era la que le había dado la vida y le había criado.
Vestía el típico traje de la milicia de Illium, un traje completamente nuevo con de color blanco principal, decorado en las articulaciones y en partes del pecho de color negro y algunos adornos verdes. Sobre la cabeza, tan sólo lleva una especie de orejeras unidas al traje de las cuales luego saldrá el casco en caso de necesitarlo. Una barba perfectamente cuidada le adornaba la cara, dándole un aire de un par de años más de los que tiene y un pelo de color marrón medio largo que le caía sin llegar a taparle los ojos los cuales eran verdes como los de una esmeralda.
Cuando llegó al despacho del comandante general se paró delante y cogió aire y lo mantuvo en el pecho, mientras, relajó los brazos y las piernas con pequeños espasmos, como si fuese a entrar en combate. Una vez estuvo ''relajado'' tocó la puerta del despacho, la cual se abrió automáticamente.
El chico, entró sonriendo a la sala, mirándola de arriba a abajo. Las paredes eran de cristal, el cual dejaba una sala completamente iluminada por la luz del sol.
Dentro de ella, se encontraban tres personas aparte de él. Loriant, un descendiente de los antiguos franceses, el cual aún tenía un pequeño acento frances. Aquel hombre, vestía un traje militar del siglo XX, verde con una gran variedad de decoraciones. El pelo lo llevaba rapado al número dos, y un pequeño bigote adornaba el espacio entre el labio y su nariz. Tyler, un soldado al cual conocía Bryan que ya llevaba siete años en el ejército y le había comentado entrar, pues lo consideraba un chollo, cobrabas sin trabajar, pues a pesar de temer un ataque extraterrestre éste nunca llegaba. Llevaba el mismo traje que el, y la verdad, de no ser por su rubio pelo, y por que no llevaba barba, perfectamente se les podrían confundir a ambos porque, a pesar de no ser familia, se parecían demasiado. La última persona era Lila, la secretaria del comandante general, la cual tomaba nota de todo lo hablado en aquellas reuniones. La mujer llevaba un traje azul marino ajustado, con una camisa azul un claro por dentro de la chaqueta. Unas gafas rectangulares se posaban en su nariz, a mitad de altura para poder alternar la mirada por arriba para mirar a los presentes y por abajo para escribir en la carpeta que llevaba en los brazos. Su pelo recogido, era de un marrón intenso. El trío, le miraba con caras algo confusas, pues habían visto sus extraños movimientos antes de entrar.

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